Eras diamante y piedra
preciosa
que en un cofre con amor
guardaba.
Eras como la estrella más
luminosa.
Eras quien aún sin tener, ya
amaba.
Eres agua fresca de la fuente,
Eres agua fresca de la fuente,
Eres dulce brisa que
acaricia.
Eres quien cautiva a mi mente
Eres la sustancia que me
envicia.
Eres bella, bella como una rosa,
que con su olor deja atrapado.
O como aquella fruta
apetitosa,
la más sabrosa que se ha
hallado.
¿A dónde te has ido mujer hermosa?
¿Por qué no estás ya a mi
lado?
Quiero oír de tus labios una
cosa.
Dime por qué me has dejado.
Európides